Odio tu sonrisa. Odio tu increible sonrisa. La odio. La odio porque
cuando sonries, me vuelvo totalmente impotente. Impotente por no ser
capaz de apartar mi mirada de ella. De ti. No sé como lo haces, pero
eres capaz de volverme loca con tan solo un movimiento. Y es algo
ilógico porque yo no soy una persona que se sorprenda a la mínima. Es
más, creo que hasta soy dificil de sorprender, pero tú.. tú eres
diferente. Lo cambias todo y me cambias. Me vuelves mejor de lo que soy.
Sacas todo lo bueno de mí y haces que las imperfecciones solo parezcan
pequeños añadidos. Entonces, me entran unas ganas enormes de besarte, de
besarte para comprobar si realmente eres real. Si estas aquí y tú… tu
vuelves a sonreir. Y el mundo se me viene encima. Mi mirada busca la
tuya, mis manos acarician tu cara. Tus dedos resbalan por mi cintura y
miles de mariposas revolotean a mi alrededor haciendome temblar…
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